El club cuatribarrado hará pagar a los socios para presenciar el derbi barcelonés.
Sin lugar a dudas, la Segunda RFEF es una categoría complicada, pues las exigencias son máximas y los recursos económicos limitados en relación con los clubes que la componen. Pese a haber una división intermedia para acceder al fútbol profesional, en la cuarta división española se hallan históricos de la talla de Hércules o Lleida Esportiu. Primero y segundo del grupo tercero, respectivamente. Ambos tienen pasado en primera, al igual que el Europa, fundador de LaLiga y rival con el que el Sant Andreu llevará a cabo la jornada económica.
Los graciencs se medirán a la Unió Esportiva Sant Andreu el domingo 28 de enero en el Narcís Sala, encuentro el cual se presupone de sold out. La atención mediática que está adoptando este derbi va en aumento. Por ello, los dirigentes de la entidad del Palomar han optado por llevar a cabo una jornada económica a fin de recaudar fondos y encarar más holgadamente su andadura en la segunda división de la Federación.
A diferencia del resto de compromisos del conjunto dirigido por Xavi Molist, los socios no podrán acudir gratuitamente. En particular, se cobrarán 10 € a los de tribuna y 5 € tanto para los de general como los de gol norte. Por otra parte, no se podrá adquirir una entrada con descuento para un acompañante.
Asimismo, en el gol sur –usualmente habilitado de forma íntegra para la afición visitante–, estarán los desplazados del Europa junto con los miembros del fútbol base y del baloncesto. Conviene destacar que habrá un cordón policial de los Mossos d’Esquadra para separar ambas aficiones en esa parcela de la grada.
Paralelamente, las autoridades del palco también se rascarán el bolsillo en caso de acudir presencialmente al feudo andreuenc. De igual forma, en este duelo no se acreditarán árbitros, agentes, representantes ni analistas de otros clubes, de manera que habrá más asientos a la venta.
En conclusión, el Sant Andreu apuesta por aumentar considerablemente los ingresos sin dejar de lado a los socios. Esto es debido a que la cuota de abonado es asequible, la entrada tampoco es excesiva y tienen una semana para comprarla antes que el público general. Además, analizando los últimos precedentes y en vistas a que muchos socios ya han retirado su entrada, se colgará el cartel de “No quedan entradas”. Sinónimo de que la jornada económica es lógica a la par que beneficiosa.
El estadio tiene una capacidad para 6563 espectadores y obviando las 500 localidades que se cederán a la afición visitante junto con el cordón policial, la inyección económica que supondrá este encuentro da pie a tener un amplio margen para maniobrar en las cuentas del club catalán.
Marc Álvarez, @marcc_ag
Os informa @encortoyaltoke
