Más allá de caer eliminados en Copa y llevar nueve jornadas fuera de los puestos de ascenso directo, se ha instalado una tendencia que lastra las aspiraciones del cuadro blanquiazul.
Fuente: El Triangle
Dejando de lado la eliminación copera a manos del Getafe, en el seno del espanyolista empieza a preocupar un dato que es evidente. Se trata de los malos resultados en sus desplazamientos.
Esto es, si el Espanyol quiere volver a Primera, debe sumar de tres en tres lo antes posible, ya que de no ser así, quedaría descolgado de las dos primeras plazas que dan lugar al ascenso directo. Para ello hará falta reencontrarse con la victoria en casa, visto que por una cosa u otra no lo hacen desde que se enfrentaron al Valladolid en Copa del Rey. Asimismo, todavía son más preocupantes los números ejerciendo de visitante, dado que para encontrar el último triunfo fuera de casa hay que remontarse a cuando Luis García era entrenador. Momento en el que se sobrepusieron 0-2 al humilde CD Mensajero de Segunda RFEF.
Dicho con otras palabras, la última victoria del Espanyol en casa fue en 1/32 de Copa, mientras la más reciente a domicilio en 1/64 de este torneo. Por lo tanto, estamos tratando de un bagaje muy pobre si el objetivo es el ascenso.
Conviene recalcar que Ramis todavía no ha salido victorioso en ninguno de sus desplazamientos desde que se hizo cargo del equipo. Además, el anterior técnico tampoco estaba especialmente dotado en esta faceta. De modo que obviando la visita al Estadio Silvestre Carrillo, el conjunto catalán no gana lejos de Cornellà-El Prat desde la novena jornada, es decir, hace más de tres meses.
Este dato es aterrador. Si no se revierte, sus perseguidores de LaLiga Hypermotion le darán caza en la clasificación. Para evitarlo, los periquitos intentarán poner fin a esta sequía lejos de su afición. Empezando por este sábado a las 21 h en su visita a A Malata, feudo del Racing de Ferrol, que es un recién ascendido pero a su vez un rival directo.
Marc Álvarez, @marcc_ag
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