El futbolista canario ha vuelto a la dinámica de Las Palmas tras volver a superar el linfoma de Hodgkin
Kirian celebrando la vida con un tanto | Fuente: Diario Marca
Un guerrero con brocha de oro
La felicidad se traduce en momentos efímeros donde uno siente algo tan indescriptible por algo que está ocurriendo en un instante concreto. Kirian Rodríguez le ha dado ese sentimiento tan difícil de encontrar para muchos aficionados no sólo canariones sino del mundo del deporte en general.
La mítica frase de entrar y besar el santo, el número 20 de Las Palmas entró y ya marcó diferencias en el terreno de juego, al igual que su lucha contra el cáncer se bailó al rival con pases de una delicadeza como si de un restaurante con estrellas michelín se tratara. Eso es Kirian, un guerrero que pinta con una brocha de oro.
Kirian dando ánimos a sus compañeros con el brazalete de capitán | Fuente: The Guardian
Volveremos a disfrutar de su fútbol tan único
No son las estadísticas lo importante, son lo que haces en el terreno con ellas, Kirian no será el jugador más goleador ni el que más asistencias aporte para sus compañeros. Pero tiene algo que es intangible, que sólo unos pocos gozan y es el ilusionismo que hace cuando tiene el balón en los pies.
“El cáncer me ha devuelto la vida. Ahora quiero que se hable de mí como futbolista, no como paciente”, palabras que dijo para Radio Marca. El tinerfeño superó la enfermedad por segunda vez y ayudará al equipo a jugar un fútbol de mayor calidad por segunda vez. Y ahora, con alta médica y competitiva, quiere que se le recuerde por lo que hace dentro del juego, no por lo que ha padecido.