El Celta se redimió de la derrota frente al Barça con un importante triunfo ante el Villarreal (2-0) que sube a la séptima posición y se queda a seis de la plaza de Champions que, por ahora, mantienen los amarillos. La expulsión de Bailly marcó el partido.
PRIMERA PARTE:
El primer tiempo fue exquisito de el conjunto de Giráldez e irreconocible por parte de los de Marcelino. Los locales dominaron de principio a fin durante todos los primeros 45 minutos, ya que, el submarino amarillo, salía con muchos cambios en la alineación y también muy defensivos, debido al partido de ida el cual encajaron 3 goles. El Celta, salió con ganas y con mucho coraje, pero sin terminar las jugadas y los visitantes, solamente atacaban cuando podían contraatacar, pero por desgracia para ellos eso no pudo ser.
Más tarde, con un partido muy a favor de los gallegos, se le complicaba más a los visitantes, después de una roja a Eric Bailly, el cuál se está marcando una temporada muy inferior a las anteriores. Eso lo aprovechó el conjunto celeste y Fran Beltrán le mandó un pase que encontró perfectamente a Fer López, el cuál marcaba el 1-0 antes del descanso.
Fuente: Mundo Deportivo
SEGUNDA PARTE:
La segunda mitad, fue una copia de la primera. Dominio claro de los locales y pasotismo innecesario del conjunto de Marcelino, que deja una imagen muy pobre. Borja Iglesias aprovechó una serie de rebotes para marcar el 2-0 que parecía definitivo. Mientras la afición apretaba y todo era felicidad, el recién salido del vestuario Iago Aspas convertía un gol de penalti, que hizo saltar aún más la alegría de las gradas. Pape Gueye y Luiz Junior, los mejores del conjunto amarillo.
Victoria importante, para situarse 7º, a solamente 6 de Champions, algo que parecía imposible parece no serlo tanto a estas alturas de la película. El Villarreal se complica la vida, y depende de lo que mañana haga el Betis para saber si sigue en posiciones de Champions.
Diario: COPE