La historia de Alberto Moleiro con Las Palmas se resume en esperanza, esfuerzo y talento

Alberto Moleiro desconsolado en el banquillo canario | Fuente: Canarias7
Coquito la Pieza
Coquito es símbolo de autenticidad y resistencia, destacando un mensaje de identidad y resiliencia. Este resumen del tema del artista canario Cruz Cafuné refleja a la perfección los valores del joven jugador canario, Alberto Moleiro. El llanto que despertó a toda una isla tras aquel partido fatídico —la derrota en casa contra el Leganés, que evidenció el descenso del club— fue un punto de inflexión. La afición se rebeló contra el presidente, Miguel Ángel Ramírez, reclamando un cambio drástico en la dirección del equipo. Al término del partido, Moleiro no se movió del banquillo canario, sabedor de que fue su último partido en el club, desesperanzado por haber intentado todo lo que su fútbol tenía pero sin la alegría de haberlo conseguido. De todas maneras, el aficionado canario es sabio, no se llora la pérdida de un partido o el descenso de una categoría; se extraña la delicadeza de esa pierna derecha acechando a los rivales que únicamente podían ver Moleiro y el 10 de su espalda, se perdona todos los errores que puede haber cometido, pero lo más importante, se aplaude el haber intentado todo por un club que es más grande de lo que muchos se piensan. El pájaro canario estará de vuelta en primera división con nuevos talentos nacidos de las cenizas de los volcanes isleños o empapados con el salitre de sus islas afortunadas.

Moleiro celebrando un tanto | Fuente: Esto es Atleti
Del equipo de su barrio a ser un talento generacional
Tenía 17 años cuando jugaba en el C.D. Sobradillo y recibió la oferta de la UD Las Palmas, el equipo de la “isla contraria”. En la casa amarilla (donde se alojan futbolistas procedentes de otras islas o provincias), compartió vestuario y grandes momentos con otro que dejará huella: Pedri González. Alberto Moleiro debutó con Las Palmas Atlético ese mismo año de su fichaje. Apenas dos años después, en 2021, hizo su estreno en Segunda División frente al Real Valladolid. Desde su primer paso por el césped de Siete Palmas, la afición se llevó las manos a la cabeza, dando las gracias a los dioses guanches por traer a otro futbolista con una calidad exquisita. La cantera amarilla brillaba de nuevo. Su momento clave llegó en la temporada 2021‑22, debutando con el primer equipo aún en edad juvenil . Y la leyenda habló: Jonathan Viera, emblema de la casa, reconoció —“tiene un potencial que ni él cree, pero yo sí lo veo”—. Para la próxima temporada, Moleiro dará un paso importante: jugará bajo el agua, en el submarino amarillo, más conocido como Villareal c.f. En el futuro podrá contarles a sus colegas del barrio que va a enseñar ese acento canario y ese juego con sabor isleño por cada rincón de Europa, y, agüita si se lo va a gozar, niño.