El 14 rojiblanco regresa al medio tras la lesión de Koke y la expulsión de Barrios, y sigue acumulando posiciones.
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Desde aquella famosa noche en Anfield, de hace ya casi 5 años, Marcos Llorente se ha convertido en un jugador clave para el Atlético de Madrid. Su velocidad, y sobre todo polivalencia, hacen que sea uno de los jugadores más usados por Simeone temporada tras temporada. Ahora, con la lesión de Koke, y la sanción que tenía Barrios en Mestalla por la roja que recibió ante el Celta, el madrileño volvió a jugar de mediocentro, posición por la que a priori, se le firmó en el verano de 2019 procedente del Real Madrid. Precisamente esta posición, ya la cubrió en el partido ante el Leverkusen en el que expulsaron de nuevo a Pablo Barrios. Antes de eso, estaba siendo más utilizado como lateral derecho, donde iba alternando titularidades con Nahuel Molina.
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Pese a que ahora vuelva a ser el mediocentro del equipo, eso no quiere decir que Simeone ya lo vaya a dejar ahí. En numerosas ocasiones, el entrenador argentino ha declarado que puede jugar de lateral derecho, interior, donde más ha jugado desde que viste la elástica rojiblanca, e incluso de delantero, donde ya jugó como titular la temporada pasada ante la UD Las Palmas, anotando dos goles. Juegue donde juegue, el coraje, esfuerzo, y entrega de Llorente en cada partido, sigue enamorando a los atléticos.
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Hugo Gonzalo, @hugoonzalo
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