Hasta que la muerte les separe

El Sunderland toca el cielo en la final de los playoffs de Wembley y vuelve a la Premier League tras 8 temporadas de pesadilla

019d238fa0b0528565a3c84c5995aaadY29udGVudHNlYXJjaGFwaSwxNzQ4MTg5NTE4-2.80356310

Thomas Watson celebrando el gol del ascenso| inkl

Dicen que cuanto mayor sea la dificultad, mayor será la gloria y no hay una afición que mejor pueda representar esta frase que la del Sunderland. Ha pasado casi una década, jugadores, entrenadores y directivas de por medio (e incluso un documental) hasta que por fin los Black Cats vuelven a la élite del fútbol inglés. Durante todo este tiempo, el club, además de lo mencionado, ha tenido que lidiar con un descenso a League One que le mantuvo 4 años fuera del fútbol profesional, una remodelación del estadio y unas series de crisis económicas que habían hundido a la entidad del norte de Inglaterra en la miseria. El Sunderland es el ejemplo de que la redención es posible y de que, a veces, los milagros suceden.

Sangre, sudor y lágrimas

Si bien es cierto que la temporada del Sunderland ha sido brillante, los últimos 5 partidos de liga fueron derrotas lo que llevó al equipo a ocupar la cuarta plaza para jugar los puestos de promoción. Dado que la dinámica era negativa, la afición no se mostraba optimista con la posible vuelta a la Premier League. Sin embargo, el fin de la guerra llegó desde el 9 de mayo, en la ida de semifinales frente al Coventry City (un encuentro en el que el Sunderland venció a domicilio 1 a 2). La vuelta, se antojó más difícil de lo que parecía, pues el partido se fue a la prórroga al ir 0 a 1 para los visitantes. Cuando todo parecía estar encaminado hacia los penaltis, Daniel Ballard en un córner en el minuto 122 daba el pase a la final al Sunderland. La locura se desató en el estadio y las gradas explotaron en júbilo. El propósito común de volver a renacer estaba cada vez más cerca y era real.

Por estos momentos, el fútbol es más que un deporte. Esa montaña rusa de emociones muestra la doble cara de la moneda, una doble realidad: por un lado, la alegría de unos, y la tristeza y el dolor de otros. Un desenlace que podría haber sido distinto si el cabezazo se hubiera desviado algún centímetro más, pero hay veces que el destino parece estar escrito y el ser humano solo puede contemplar su grandeza. La fe de Ballard y del Sunderland llevó al club a la final de Wembley, que se disputaría el día 24. Una batalla por el todo o nada frente al Sheffield United que prometía ser apasionante.

0_CCP_NEC_240525_SAFC062JPG

La afición del Sunderland antes de la final de Wembley | Chronicle Live

El encuentro comenzó de manera negativa para los Mackems puesto que el Sheffield se adelantaría con un gol de Campbell a los 25 minutos. No obstante, Eliezer Mayenda en el minuto 76 y Thomas Watson en el 95 remontaron el partido, desatando la locura y el éxtasis absoluto entre los aficionados del Sunderland. Un día que para muchos era el primero y que para otros era uno de tantos en el que la espera había sido demasiada larga. Parecía que todo el dolor sufrido anteriormente se había aliviado, disipado, de manera repentina por el significado del gol y la epicidad con la que se había conseguido la gesta.

En el documental de Sunderland ´Til I Die (del Sunderland hasta que me muera) se resume la historia reciente de la entidad en una idea: el por qué no eran ellos los que nunca podían celebrar nada. Al fin, esa maldición ha desaparecido y el Sunderland, al ritmo de Can´t help falling in love, de Elvis Presley, ha resucitado, recuperando la sonrisa. Londres había sido invadida por una afición que tiñió de rojiblanco sus calles, mediante bengalas, banderas, camisetas y un orgullo que nunca se podrá borrar de sus corazones.

El regreso de un histórico

Un club que ha ganado 6 ligas, 2 copas de Inglaterra, 1 Community Shield y que, además, ha estado 86 temporadas siendo el décimo con más puntos de la historia del país, solo le corresponde volver donde se merece. Sunderland es una ciudad que desde siempre ha respirado fútbol. De hecho, esta temporada ha superado los 36.000 abonados en un estadio, The Stadium of Light, que alberga una capacidad de 49.000 personas. También hay que destacar que se trata de un club muy familiar, con un gran arraigo sobre sus orígenes y con un espíritu de solidaridad del que pocas aficiones pueden presumir.

Uno de los derbis más conocidos del mundo del fútbol es el de Tyne & Wear, entre el propio Sunderland y el Newcastle. La historia de esta rivalidad se remonta a la Guerra Civil Inglesa cuando la ciudad de Sunderland, en Wearside, protestaba por las ventajas comerciales de la ciudad de Newcastle, distrito de condado de Tyne y Wear. Finamente, Sunderland acabó conviertiéndose en bastión parlamentario. Se trata, pues, de un enfrentamiento no solo futbolístico, sino político, social e histórico, con un balance de 54 victorias para los Magpies (Urracas, del Newcastle), 53 para los Black Cats (Gatos Negros, del Sunderland) y 50 empates. Como se observa, es uno de los derbis más igualados del fútbol.

GOAL_-_Blank_WEB_-_Facebook_-_2024-01-06T144109.152.jpg

Ballard e Isak peleándose en el derbi | GOAL

Hablando en tiempo presente,  hay ciertos jugadores que merecen ser destacados de la actual plantilla. El primero es Luke O´Nien, el jugador que más representa al Sunderland y quien defiende al club como si fuera su vida. O´Nien es ese tipo de jugador que cualquier entrenador tendría porque en cada partido da todo por su equipo, además literalmente. Es uno de los artífices, además del capitán, del regreso del Sunderland a la Premier. Ha jugado de pivote, de medio, hasta de central y lesionado durante muchos partidos. Por último, lleva en el club desde 2018, es decir que ha vivido todo este largo y duro camino de retorno desde el comienzo.

Por otro lado, Jobe Bellingham, hermano de Jude Bellingham, ha sido clave en el centro del campo y ya se habla incluso de su fichaje por el Borussia Dortmund, siguiendo los pasos de Jude. Su calidad y derroche físico han permitido que el Sunderland disfrutara de su juego, al igual que con Wilson Isidor con 13 goles, y Eliodor Mayenda con 10. A esto, hay que añadir que el gran trabajo realizado por el entrenador francés, Régis Le Bris, para muchos desconocido ya que provenía del Lorient, ha conseguido que el equipo haya sido un bloque muy difícil de batir. La mezcla de veteranía y juventud, sumado a una afición que aprieta como pocas, ha supuesto que el club haya conseguido su objetivo deseado desde hace años. Por tanto, el Sunderland deberá tener claro, primeramente, su base de jugadores sobre la que rodear el proyecto y, a partir de ahí, construir, mediante fichajes, un equipo a la altura de su escudo. Mantenerse en Premier League no es una tarea fácil y más aún cuando, cada vez más, los clubes gastan cientos de millones en sus respectivas plantillas.

Disfruta del resumen extendido de la final entre el Sheffield United y el Sunderland:  LAST GASP! | Sheffield United v Sunderland Play-Off Final extended highlights

Y si estás interesado, este es el tráiler de la serie Sunderland ´Til I Die, disponible en Netflix: Sunderland \'Til I Die | Official Trailer [HD] | Netflix