
Barcelona e Inter de Milán empataron (3-3) en la ida de las semifinales de la Champions League. Lamine Yamal y Denzel Dumfries fueron los protagonistas de un encuentro vibrante, frenético y lleno de golazos que lo deja todo pendiente para la vuelta.
La primera mitad, se define como suerte para los italianos y lucha/entrega para los culés. Los de Flick, como ya es de costumbre en el último mes, iniciaron dormido las primera mitad, y lo pagaron muy caro. Un contraataque en el primer minuto de partido, lo aprovechó Thuram, para marcar de tacón y silenciar al Estadio de Montjuic. Más tarde y con muchas ocasiones para los catalanes (no aprovechadas), el Inter de Milán que solamente tuvo un disparo más en la portería del polaco Szczesny, marcó Dumfries en un córner aislado del conjunto liderado por Inzaghi. Los azulgranas con mucha tranquilidad, se fue hacia el ataque y 3 minutos más tarde, Lamine, que fue el mejor de la primera mitad, marcó uno de los goles más bonitos de la actualidad. No todo se quedaría ahí y esque 10 minutos, solamente después, Pedri la colgó para que Raphinha se la dejara a placer al tiburón Ferran Torres. El partido se iba al descanso, con un FC Barcelona muy dominador y muy cómodo con balón, aparte que dominaba el área del Inter, sin embargo los italianos con muy poco hicieron mucho daño. Destacar las lesiones que tuvieron Koundé y Lautaro Martínez, ambos musculares.

Fuente: AS
SEGUNDA PARTE:
Los segundos 45 minutos, siguieron con la locura de los primeros. Con muchas ocasiones para los culés, pero seguían com poca fortuna, todo lo contrario le pasaba al equipo de Inzaghi, el cual en el minuto 63, culminó un error de Szczesny, para que Dumfries marcará el 2-3 que dejaba muda a la afición culé. Sin embargo, lo que al Barça se le da bien esta última temporada es luchar y luchar, y así hizo. Un pase de Dani Olmo, Lamine la dejó pasar para que el cañonero Raphinha, mandará a la red ‘con fortuna’ un golazo memorable. El Inter, con una defensa muy juntada, y un medio del campo que dejaba generar poco juego, no permitió al FC Barcelona crear desde dentro. Fueron los italianos que tuvieron un gol, que finalmente se anuló, por la punta del zapato a Mkhitaryan. Cuando todo estaba decidido, Lamine disparó el balón al larguero y no pudo firmar un gol que hubiera sido para enmarcar. Todo queda por decidirse en la vuelta.

Fuente: TV Azteca